Desde mediados del año 2012 veía en comisaria, tribunales y la prisión de Marruecos situaciones de trato cruel, inhumano y degradante, es decir, torturas, chantajes y demás cosas que me parecían tan increíbles que comencé a dudar de mi capacidad de percepción de la realidad.
El 14/10/2012, se publicó la primera entrada de este blog para solicitar la colaboración de las personas afectadas y al mismo tiempo poder ayudarlas. Era una de las mejores opciones para darles voz y que contaran su calvario, con la intención de provocar el cambio, siempre y cuando, se confirmara la veracidad de las historias.
A lo largo de este tiempo hemos recogido muchos relatos reales contados directamente por los sufridores.
Conocimos el informe del CNDH de Marruecos, el informe de Juan Méndez, Relator especial sobre la tortura de la ONU y ahora la campaña de Amnistía Internacional, “Marruecos ignora la tortura” #StopTortura
En dicha campaña se recoge el testimonio de una persona que textualmente dice:
“Resulta devastador sentirse abandonado, olvidado: ver que familiares y amigos, esas personas con las que uno cuenta para seguir luchando y que se haga justicia, lo abandonan a uno cuando se encuentra impotente entre rejas. Doy gracias a Dios porque ese no es mi caso”
En mi caso intenté aislar a mi familia para que no fuesen torturados y chantajeados, pero fracasé y solo conseguí que abandonaran sus vidas y se dedicaran exclusivamente a defenderme. Lo hicieron tan bien, que a ellos se les unió una ingente cantidad de personas de todos los lugares y clases. Muchas veces me he sentido y me siento ignorado como si no se me escucharan, aunque los resultados parecen indicar lo contrario.
Esta campaña de Amnistía Internacional, entre otras muchas acciones, me han hecho volver a creer que quizás no esté psicológicamente tan mal.
Por eso os pido a todos, que entréis en la campaña y firméis puesto que ya no son solo unos pobres encarcelados los que quieren, pero no saben ni pueden hacer nada por ser escuchados, si no una organización que está presente en 150 países con muchos años de historia, Premio Novel de la Paz y con el logotipo de una vela que se consume por aquellos por los que no fue posible hacer nada.
El 14/10/2012, se publicó la primera entrada de este blog para solicitar la colaboración de las personas afectadas y al mismo tiempo poder ayudarlas. Era una de las mejores opciones para darles voz y que contaran su calvario, con la intención de provocar el cambio, siempre y cuando, se confirmara la veracidad de las historias.
A lo largo de este tiempo hemos recogido muchos relatos reales contados directamente por los sufridores.
Conocimos el informe del CNDH de Marruecos, el informe de Juan Méndez, Relator especial sobre la tortura de la ONU y ahora la campaña de Amnistía Internacional, “Marruecos ignora la tortura” #StopTortura
En dicha campaña se recoge el testimonio de una persona que textualmente dice:
“Resulta devastador sentirse abandonado, olvidado: ver que familiares y amigos, esas personas con las que uno cuenta para seguir luchando y que se haga justicia, lo abandonan a uno cuando se encuentra impotente entre rejas. Doy gracias a Dios porque ese no es mi caso”
En mi caso intenté aislar a mi familia para que no fuesen torturados y chantajeados, pero fracasé y solo conseguí que abandonaran sus vidas y se dedicaran exclusivamente a defenderme. Lo hicieron tan bien, que a ellos se les unió una ingente cantidad de personas de todos los lugares y clases. Muchas veces me he sentido y me siento ignorado como si no se me escucharan, aunque los resultados parecen indicar lo contrario.
Esta campaña de Amnistía Internacional, entre otras muchas acciones, me han hecho volver a creer que quizás no esté psicológicamente tan mal.
Por eso os pido a todos, que entréis en la campaña y firméis puesto que ya no son solo unos pobres encarcelados los que quieren, pero no saben ni pueden hacer nada por ser escuchados, si no una organización que está presente en 150 países con muchos años de historia, Premio Novel de la Paz y con el logotipo de una vela que se consume por aquellos por los que no fue posible hacer nada.
Cuando alguien se encuentra resignado y hasta el cuello, todos estamos obligados a ayudar aunque la ayuda sea rechazada, es nuestra responsabilidad, ellos no pueden hacerlo.
La solución no es esconder la realidad, diciendo "Falta de credibilidad y de objetividad". hay que verificarlo y si es necesario cambiarla, se necesitan muchas pequeñas acciones.